Derretir, miedos, glaciares,
en aledaños perforados
donde el duermevela se precipita.
en aledaños perforados
donde el duermevela se precipita.
Paso a paso, deseo a deseo,
regresarte luminoso,
cordón umbilical uniendo
tu sensibilidad y la mía,
tan maltratadas por esa orden
que redujo a cenizas
el derecho sublime de poseernos.
No más súplicas a las nubes,
labios deshojados.
penas con forma de tu rostro.
Hasta aquí, perspectivas rotas,
compendio gris de alas
inútiles en su inmovilidad.
Regresarte, regresarte, amor,
a este culmen perfecto
que no admite sobornos,
con el mismo ímpetu de antes,
apartando nuevos eclipses
y desdramatizando el drama.
Hay un tiempo sin tiempo
donde la vida nos absolverá.
Siempre me dejas sin palabras y con unas inmensas ganas de absorver todo el murmullo poético que dejas como rastro.
ResponderEliminarTe admiro y te quiero, amiga poeta, grandiosa poeta.
Un abrazo enorme y muy fuerte.
Gracias infinitas, querida Candela !!! Es un enorme regalo contar con tu presencia, apoyo y cariño constantes.
ResponderEliminarGracias, querida amiga, sabes cuánto te aprecio y admiro.
Abrazos grandes.