Sí
a la inspiración
en sí sostenido.
Cada poro conquistado
es nota de incienso,
clave de glicinias,
pausa perfeccionada
en el ritmo interior.
El pulso se multiplica
en el blanco pentagrama
y el retorno se entrega
hasta conjugar un sol
con acordes compartidos.
¡Cómo se funden cadencias,
cómo se elevan
en reclamos tibios,
cómo atraen hacia su plenitud
de aurora boreal!
Divino ensamblaje
acordonado por musas gemelas,
floresta íntima,
composición sublime.
En el milagro de la noche
somos música
en sí sostenido.
Cada poro conquistado
es nota de incienso,
clave de glicinias,
pausa perfeccionada
en el ritmo interior.
El pulso se multiplica
en el blanco pentagrama
y el retorno se entrega
hasta conjugar un sol
con acordes compartidos.
¡Cómo se funden cadencias,
cómo se elevan
en reclamos tibios,
cómo atraen hacia su plenitud
de aurora boreal!
Divino ensamblaje
acordonado por musas gemelas,
floresta íntima,
composición sublime.
En el milagro de la noche
somos música
de pasión y vida.
En efecto, Pilar; somos música y en el sí sostenido habita la pasión y la vida.
ResponderEliminarFelicidades por estos preciosos versos, amiga. Besos.
Graciasss, querida María. Besosss !!!
ResponderEliminarHermoso poema, estimada Pilar. Hermoso y musicalmente poético. Como bien dice María, la pasión nace y habita en un sí sostenido que canta a la vida.
ResponderEliminarGracias por compartir. Abrazos.
Gracias, querida Candela !Gran placer sentirte cerca de mis inspiraciones.
ResponderEliminarAbrazos enormes !!!