Sumergida
en blanco impoluto,
busco
la chispa creadora,
el
toque mágico de algún destello
que
transmute sentimientos en palabras
y
moldee el violín de la sintaxis
hasta
colmarlo de ritmos y ternuras.
Esta
noche de bosques vacíos,
paréntesis
multiplicados,
puntos
suspensivos en la negación,
exclamaciones
sin recursos...
la
tinta de mis venas es caudal
seco
en mis ausentes inspiraciones.
Duele
no encontrar el verso
que
deje impresa la virtud de un ala,
el
encanto de un rizo enamorado
o
la sensación que transporta
un
encuentro, una canción, un solsticio…
Al
límite de mí misma,
me
embriago de lirismo,
me
desnudo,
muestro
mis dotes seductores…
y
el poema no acude a la cita.
Derrotada,
me refugio en Walt Witman.
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ResponderEliminarMuchísimas gracias, María. Me alegra que te hayan agradado.Eres muy amable.
ResponderEliminarUn beso, querida amiga.
Pilar