Si
dejaras tu sabor
en
las líneas curvas de mis divagaciones
y
redujeras el plomo apostado en mis retinas.
Si
escribieras “siempre” sobre “nunca”,
nuevos
poemas se abrazarían al resguardo
del temblor prometiendo volcanes...
Me agota desgajar nubes,
asumir
la calle del invierno y su coartada
y besar plumas de gaviota herida.
Cada
día me asomo a la soledad
por
si el tiempo ha dado la vuelta
y
el mundo al revés me devuelve un salmo
una
gota de amor,
un
solsticio.
Si
pudieras abrir la oscuridad
y
abrir el motivo que me mantiene erguida…
¿Sabes?
al fondo de la tierra hueca
un
manantial fluye hasta lo que aún
nos
queda por sentir
y
un deseo se hermana con pequeñas semillas
a
punto de crear primaveras.
Cuánto lírico sentimiento en tu precioso poema, amiga Pilar. Un placer leer tu excelente poesía.
ResponderEliminarFelicidades y besos.
Infinitas gracias, querida María. Preciosas palabras de aliento me dejas.
ResponderEliminarBesos, amiga poeta.
Pilar