jueves, 30 de abril de 2015

PERFUME




















Florecía la luz
y nuestros dedos rechazaban a la lluvia.
El principio nos visitaba
con su alarde de pétalos y violines.

Era momento de abrir sensaciones,
beber cada sorbo de sutileza
y entregarnos al sol
como dos sembradores de caricias.

El corazón se nos llenó de abriles
y nos ahogamos en perfume;
no quedó espacio para respirar nieve
ni entender el ciclo del árbol.

Ahora, aspiramos magnolias secas
y engañamos a la vida.




2 comentarios:

  1. Precioso! con muy sugerentes y conseguidas metáforas. Me quedo con los dos últimos versos.

    Enhorabuena por tu excelente hacer poético, amiga. Besos. María

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  2. Muchas gracias, querida María. Es un honor sentir tu presencia en mis letras.

    Besos, mi poeta

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