lunes, 3 de noviembre de 2014

EDITH



















EDITH
( esposa de Lot )

No creo en mí
ni en mensajes tan llenos de luz
que me ciegan.
No me seduce la voz ronca del cielo
ni el dulce veneno de un ángel oscuro.

Mis pies desobedecen,
no te siguen, Lot, esposo querido.

¿ Cómo amordazar este vuelco curioso
por saber que hay tras lo prohibido,
de que orden nace la destrucción,
cuánto dolor se esparce
entre piedras indiferentes?

En el último instante
¿quedará la inocencia incrustada
en un cántico de bruma
o crecerá la compasión como musgo
tapando cortezas de ira?

Entre dolor de carne
y este fiero temblor que me impulsa,
decido morir en respuestas mudas
a mis latidos sordos.

Giro mi cabeza.
Me devora una sal de fuego,
me esculpe en quietud
blanca
blanca.

¡No me mires!
¡Sigue adelante, Lot, esposo querido!








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